Flexibilización Cuantitativa
1.
Flexibilización
cuantitativa.
La flexibilización
cuantitativa (QE), también conocida como compra de activos a gran escala,
es una política monetaria expansiva mediante la cual un banco central compra
cantidades predeterminadas de bonos del gobierno u otros activos financieros
para estimular la economía.
Siendo una forma no convencional de política
monetaria, por lo general es utilizada cuando la política monetaria estándar se
ha vuelto ineficaz para combatir una inflación demasiado baja, lo que se conoce
como deflación. Un banco
central aplica la flexibilización cuantitativa mediante la compra de cantidades
específicas de activos financieros de bancos comerciales y otras instituciones
financieras, elevando así los precios de esos activos financieros y reduciendo
su rendimiento, al mismo tiempo que aumenta la oferta de dinero. Esto difiere de la política más habitual de compra o venta de bonos del
gobierno a corto plazo para mantener las tasas de interés interbancarias en un
valor objetivo específico.
Impacto económico de la
flexibilización cuantitativa
La flexibilización cuantitativa puede causar una inflación más alta que
la deseada si se sobreestima la cantidad de flexibilización requerida y se
genera demasiado dinero mediante la compra de activos líquidos. Por otro lado,
la flexibilización no puede estimular la demanda si los bancos siguen siendo
reacios a prestar dinero a empresas y hogares. Incluso entonces, el QE puede
facilitar el proceso de desapalancamiento ya que reduce los rendimientos. Sin
embargo, hay un desfase temporal entre el crecimiento monetario y la inflación;
las presiones inflacionarias asociadas con el crecimiento monetario de la
flexibilización cuantitativa podrían desarrollarse antes de que el banco
central actúe para contrarrestarlas.
Los riesgos inflacionarios se mitigan si la
economía del sistema supera el ritmo del aumento de la oferta monetaria a
partir de la flexibilización cuantitativa. Si la producción en una economía
aumenta debido a la mayor oferta de dinero, el valor de una unidad de divisa
también puede aumentar, a pesar de que hay más dinero disponible. Por ejemplo,
si la economía de un país estimulara un aumento significativo de la producción
una tasa al menos tan alta como la cantidad de deuda monetizada, las presiones
inflacionarias se igualarían. Esto solo puede suceder si los bancos realmente
prestan el exceso de dinero en lugar de acumular el dinero extra. En épocas de alto rendimiento económico, el banco central siempre tiene la opción de restablecer las reservas a niveles más altos mediante el aumento de las tasas de interés u otros medios, revirtiendo efectivamente las medidas de flexibilización tomadas.
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